¿Qué o quién era Procusto?
Procusto, según la mitología griega, era un posadero residente en Eleusis que hacía que sus huéspedes se acostasen sobre un lecho de hierro. Si aquel era más largo que la cama le serraba las piernas; si era más bajo se las estiraba mediante el potro hasta que coincidiesen. Murió una vez que Teseo le capturó y le aplicó el mismo procedimiento que él utilizaba: le cortó la cabeza y las piernas ya que su cuerpo no cabía en la cama de hierro. Estudios que abordan la interpretación de los mitos plantean que, por lo general, la vida de los héroes míticos es una continua travesía a la búsqueda de un mejor conocimiento sobre si mismo y sobre los comportamientos que conducen a los cambios personales y sociales. A lo largo de ella afrontan pruebas difíciles, se enfrentan a situaciones críticas y realizan un proceso de reflexión que suele terminar con el triunfo sobre las limitaciones personales y sociales. Su muerte es una metáfora que simboliza el nacimiento de una nueva persona que, -desafiando lo instituido cuando es necesario-, contribuye a transformar su vida y la realidad social en la que está inmerso; de un ser que no renuncia a su poder de reflexión, a su capacidad creadora; en definitiva, de alguien que ha derrotado la muerte que se deriva de no pensar, de pretender ampararse en la seguridad que determinados prejuicios y estereotipos proporcionan.
Pensemos en el mito aplicado a la educación, al arte, al pensamiento, a la cultura en general,……. y a la vida.
Beckmann, Max: Quappi in Pink Jumper

















