Gabo
“Vio una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vio un dromedario triste. Vio un oso vestido de holandesa que marcaba el compás de la música con un cucharón y una cacerola. Vio a los payasos haciendo maromas en la cola del desfile, y le vio otra vez la cara a su soledad miserable cuando todo acabó de pasar, y no quedó sino el luminoso espacio en la calle, y el aire lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos curiosos asomados al precipicio de la incertidumbre”. Cien años de soledad.
Este es un año especial para el colombiano Gabriel García Márquez y no sólo porque mañana cumple 80 años. Hace 60 años que publicó su primer relato, “Ojos de perro azul”; su obra emblemática, un clásico de la literatura universal “Cien años de soledad”, celebra su cuadragésimo aniversario y se cumple también el 25 aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura “por sus novelas y cuentos en los que la fantasía y el realismo se combinan en un rico y complejo mundo de imaginación que refleja la vida y los conflictos del continente americano”.
Sergio Pitol, Bryce Equenique, Mario Benedetti, Álvaro Mutis, entre otros,… califican su obra como “una demostración de realismo mágico y belleza literaria”. Año de merecidos homenajes, a ellos se suma el que le tributarán en el IV Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebrará del 26 al 29 de marzo en Cartagena de Indias. Allí se presentará una edición popular de “Cien años de Soledad” que han preparado las Academias de la Lengua de habla hispana; revisada por el autor cuenta con introducciones y estudios de Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Álvaro Mutis, Claudio Guillén, Gonzalo Celorio y Sergio Ramírez, entre otros. Escogida como una de las 20 mejores novelas de todos los tiempos, la magistral historia del legendario mundo de Macondo vista a través de personajes como Melquíades el alquimista (quién acercaba las novedades del progreso a sus asombrados habitantes), Remedios la Bella (que se elevó al cielo rodeada de mariposas), y la saga de 6 generaciones de los Buendía con sus “obsesiones, tragedias, pasiones, guerras, inventos, incestos, adulterios, viajes y desmesuras”, abrió las puertas a un mundo hasta entonces impensable en la literatura: el de la fantasía y la magia como parte de la realidad.
Este es también un año especial para todos, Gabo va a seguir escribiendo y ha comenzado el segundo tomo de sus memorias que, según uno de sus mejores amigos Plinio Apuleyo Mendoza, se presentarán como “fogonazos” de su vida. Felicidades para el hombre que refleja en sus obras tremendas realidades, «...mi madre (...) pensaba que no había hijas mejor educadas. “Son perfectas —le oía decir con frecuencia—. Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir”.»; y otras menos desoladoras como “las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia”.
Fotografías: Gabriel García Márquez; Casa de los abuelos en Aracataca.
Este es también un año especial para todos, Gabo va a seguir escribiendo y ha comenzado el segundo tomo de sus memorias que, según uno de sus mejores amigos Plinio Apuleyo Mendoza, se presentarán como “fogonazos” de su vida. Felicidades para el hombre que refleja en sus obras tremendas realidades, «...mi madre (...) pensaba que no había hijas mejor educadas. “Son perfectas —le oía decir con frecuencia—. Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir”.»; y otras menos desoladoras como “las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia”.
Fotografías: Gabriel García Márquez; Casa de los abuelos en Aracataca.
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