Las Candelas
Muchas ciudades y localidades de México, Perú, España, Venezuela,… celebran hoy la fiesta de la Candelaria, o “las candelas”; con ella se cierra el ciclo navideño que se había iniciado con el fuego encendido de Adviento.
Es una festividad dedicada, desde tiempos inmemoriales, al fuego simbolizado en la luz de las candelas que, tanto en Europa como en América, aparecen dotadas de poderes mágicos y profilácticos; este día se bendicen las candelas que se van a necesitar durante todo el año a fin de que no falte nunca en la casas la luz física ni la espiritual.
Es una festividad dedicada, desde tiempos inmemoriales, al fuego simbolizado en la luz de las candelas que, tanto en Europa como en América, aparecen dotadas de poderes mágicos y profilácticos; este día se bendicen las candelas que se van a necesitar durante todo el año a fin de que no falte nunca en la casas la luz física ni la espiritual.
Es una tradición antigua, ya en Grecia, la noche anterior se celebraba la Fiesta de las luces o de las antorchas en la que las mujeres acompañaban con teas encendidas a Deméter, -la diosa griega de la tierra, la fecundidad y la agricultura-, mientras buscaba a su hija Perséfone, raptada por Hades; los romanos ofrecían sacrificios a Febrio -Plutón- , le cantaban alabanzas y pasaban la noche con antorchas encendidas en su honor para que fuera propicio con las almas de los muertos; la iglesia de Jerusalén ya la celebraba en el siglo IV… Hay quien atribuye a esta fiesta un significado mágico, el fuego es un elemento purificador y con la quema de grandes piras de leña, se creía que se podían alejar de los pueblos los “malos espíritus” y todas las “energías negativas”.
Esta tradición simboliza la quema de lo viejo, de lo impuro, de lo maligno; los asistentes a los actos religiosos se purifican con la esperanza de lograr paz y felicidad durante el año y las velas bendecidas este día (de varios colores dependiendo del uso al que se destinan) se guardan y, si es necesario, se encienden para ahuyentar las enfermedades, honrar a los muertos, alejar las tormentas y cualquier otro tipo de mal o desgracia que pueda sobrevenir.
Cézanne, Paul: El Château Noir
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home