Sueños, amor y arte

Las cuevas de Dunhuang se extienden por una zona en la que durante más de diez siglos -y desde el año 366-, los mercaderes, viajeros y funcionarios que transitaban la Ruta de la Seda perforaron más de mil cuevas, tallaban figuras de Buda y las veneraban deseándose paz y felicidad. En ellas se encuentran las llamadas cuevas de Mogao (Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO), un conjunto de más de 735 cuevas en las que, junto con esculturas y murales de gran valor artístico que aluden a la doctrina y la historia del budismo, hay gran cantidad de dibujos que describen las costumbres, el arte y la cultura de diversas épocas. A principios del siglo XX, en lo más profundo de las cuevas de Mogao, su administrador Wang Yuanlu descubrió una caverna, a la que posteriormente se denominó Cueva de los Sutras, llena de documentos budistas. Partiendo de aquí, y añadiendo a la historia la parte de sueño y leyenda –“en uno de esos documentos descubre una pintura que le llevará a un fascinante y emotivo sueño a través del tiempo”-, la compañía Lanzhou Songs & Dance Theater Gansu está representando en España la obra “Sueños, la ruta de la seda” estrenada en Pekín en el año 2000. Es una coreografía articulada en torno una bellísima historia de amor basada en antiguas leyendas, un sueño a través de los siglos en el que se mezclan el arte exquisito y el amor. En el espectáculo intervienen más de un centenar de bailarines que, con una coreografía, música, vestuario e iluminación de sensibilidad extraordinaria (a decir de la crítica especializada), ponen en escena cuatro actos llenos de amor y aventura en los que se narra la historia de dos jóvenes amantes del arte y la belleza, el pintor Mogao y Yueya, hija de un general.

Su director Su Xiaolin ha declarado que uno de los objetivos del espectáculo es "transmitir la mítica cultura china por todo el mundo". La gira coincide con el Año de España en China y con el Festival Cultural de China en España. Ocho ciudades españolas la acogen (quedan todavía siete); si podéis intentad no perderla.

Imagen de la cueva de Mogao