Nombre:

jueves, marzo 01, 2007

Infancia y maltrato

Con el lema “¿Es posible un mundo sin violencia?”, y organizado por el Centro Reina Sofía, ha comenzado hoy en Valencia el X Foro Internacional Infancia y Violencia, en el que participan más de 50 países para abordar los grandes problemas que afectan a la infancia: Violencia, infancia y sociedad; Infancia y conflictos armados; Violencia, infancia y familia; y Violencia, infancia e información son los grandes bloques temáticos que incluyen entre otros aspectos: tráfico de niños, venta de órganos, la explotación laboral, niños soldado, menores refugiados y víctimas del terrorismo, la prostitución infantil, niños sicarios y niños de la calle o niños que sufren violencia dentro del ámbito familia. José Sanmartín, director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia expuso su tesis: “los menores son las víctimas con cifras abrumadoras a nivel mundial: 60 millones de niñas “desaparecidas” sólo en Asia por feticidios e infanticidios (muerte a fetos y niños) y abandonos por razón de sexo; 200.000 menores muertos y 600.000 heridos anualmente en conflictos armados; 2 millones de pequeñas mutiladas genitalmente cada año; otros 2 millones de adolescentes cada 12 meses al mercado del sexo forzoso”. A su juicio en esta sociedad “hemos hecho de los niños una mercancía” y las niñas padecen más violencia y están siendo “víctimas indefensas de injustas e injustificadas “creencias” que las reducen a “ser inferior y mercancía familiar”.
Según los datos que aportó, en España las cifras de maltrato a menores en el ámbito de la familia se han incrementado en un 150%, y eso sólo en los casos tipificados como delito. Del 70% al 80% de casos de violencia familiar contra menores son por negligencia. Después aparece el maltrato emocional, el físico y, con una presencia minoritaria, el abuso sexual.
Un informe de UNICEF y The Body Shop Internacional dice que son casi tres centenares de millones de menores sufren algún tipo de violencia o abuso doméstico. Un alto porcentaje de ellos tiene un riesgo elevado de convertirse a su vez en maltratador en la etapa adulta. El fomento de las actuaciones de carácter preventivo y la detección precoz constituye una de las actuaciones principales en los casos de riesgo social o maltrato infantil, por ello los distintos profesionales que trabajamos con los menores debemos tener formación e información que nos ayude a identificar estas situaciones desde las primeras señales de alarma. Es un problema complejo originado por múltiples causas: psicológicas, familiares, económicas y sociales que tiene importantes repercusiones en el desarrollo socioemocional del menor y que requiere la implicación y necesaria coordinación de diversos profesionales e instituciones. Una vez tenido esto claro, esperemos que la burocracia no ralentice nuestro trabajo.
Fotografías: Sebastiao Salgado