¿Adicción a la red?
Se calcula que existe un porcentaje considerable de internautas que padecen adicción y que, aunque no todos los especialistas llegan a calificarlo de trastorno (algunos si hablan del Trastorno Adictivo a Internet -T.A.I.,-), se trata de un problema comportamental importante al que la Organización Mundial de la Salud califica de “control perturbado de impulsos”.
Hilarie Cash, de la Universidad de Pensilvania ha identificado como síntomas “la constante preocupación por "estar conectado", así como mentir acerca del tiempo que se pasa navegando por Internet o sobre el tipo de contenido visto, además de aislamiento social, dolor de espalda y aumento de peso”. Se diferencian varios subtipos: adictos al cibersexo; adictos a las ciberrelaciones, sobre todo a través del chat; adictos a jugar y/o a comprar compulsivamente y adictos a buscar información, -aquellos que pasan mucho tiempo buscando y acumulando datos-, cuestión que para algunos especialistas puede ser reflejo de una tendencia obsesiva compulsiva. Otro de los síntomas según José Olcina, Jefe de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Casa de Salud de Valencia, es “la abstinencia al interrumpir la adicción: ansiedad, agitación o movimientos involuntarios que imitan el jugueteo con el ratón”.
The Washington Post publicaba ayer un reportaje en el que informaba de que se estaban utilizando impulsos eléctricos de bajo voltaje en un hospital militar para combatir la adicción a Internet, que padece un elevado porcentaje de adolescentes chinos; el director médico del centro, Tao Ran, puntulizó que en realidad “se trata de exámenes de las ondas cerebrales y de una técnica de medicina tradicional de bajo voltaje para relajar”.
Cuestionables o no determinadas técnicas, trastorno o control perturbado de impulsos, lo que es cierto es que esta problemática existe y que aumenta el número de centros que se especializan en su tratamiento. No menos cierto es también que no sólo es un problema de adolescentes, un número elevado de adultos vive también “enganchado a la red”.
Marc, Franz: The large blue horses.
The Washington Post publicaba ayer un reportaje en el que informaba de que se estaban utilizando impulsos eléctricos de bajo voltaje en un hospital militar para combatir la adicción a Internet, que padece un elevado porcentaje de adolescentes chinos; el director médico del centro, Tao Ran, puntulizó que en realidad “se trata de exámenes de las ondas cerebrales y de una técnica de medicina tradicional de bajo voltaje para relajar”.
Cuestionables o no determinadas técnicas, trastorno o control perturbado de impulsos, lo que es cierto es que esta problemática existe y que aumenta el número de centros que se especializan en su tratamiento. No menos cierto es también que no sólo es un problema de adolescentes, un número elevado de adultos vive también “enganchado a la red”.
Marc, Franz: The large blue horses.
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