Educación para la ciudadanía

Están a punto de fijarse el currículum, los objetivos y los contenidos de una nueva asignatura: La Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Desde que se planteó la idea de incorporar esta asignatura a la enseñanza obligatoria la polémica ha sido constante: ¿Qué perfil debe tener el profesorado?, ¿Cómo deberán impartirse sus contenidos?, ¿ Cómo se van a secuenciar? ….
Quienes defienden su pertinencia indican que sus contenidos “deben contemplar todas las dimensiones de una ciudadanía global y crítica”, que ayudará a prevenir y/o solucionar muchos de los problemas de la sociedad actual….Sus detractores, en cambio, apuntan que puede servir para adoctrinar, “que la formación en valores en general y la formación de una ciudadanía democrática no se aprenden en una asignatura”…

La formación del ciudadano no entra en contradicción con el currículo explícito. Posiblemente la clave esté en educar de otra manera, por ejemplo en evitar que cada minuto que nos pasamos explicando en el aula Física, Literatura, Francés..., podamos estar formando a nuestros alumnos en contradicción con determinados valores. Enseñar a ser buenos ciudadanos "va" junto con todo lo demás: enseñar a crear, a pensar, a participar, a desear aprender...Quizás debamos establecer modelos diferentes de relación entre alumno-alumno y entre alumno-profesor, otro tipo de orientación. Preguntémonos: ¿Debemos formar ciudadanos sólo si nos sobra tiempo? o ¿Cómo asignatura diferente?, ¿Son la transversalidad y la nueva asignatura incompatibles o complementarias?

Entretodos: Cassandra Constant