Escuela e inmigración
Los movimientos migratorios no son fenómenos coyunturales y de ellos forma parte el desplazamiento de población en edad escolar que incorpora a las aulas lenguas, valores culturales, religiones y tradiciones diversas. En muchos lugares se vive una concentración de este alumnado en determinadas escuelas y esto es así, no sólo debido a que hay zonas o barrios en los que se suele concentrar la población inmigrante, sino también al rechazo de muchas familias autóctonas a escolarizar a sus hijos en centros con un alto porcentaje de inmigrantes,-al “éxodo” de los alumnos a otras escuelas-. Según Elíseo Aja, puede iniciarse así un proceso de segregación desde la escuela que además puede significar la “guetización” de algunos centros escolares.
Diversos autores apuntan otras dificultades. Unas están derivadas de la presencia de una cierta tradición etnocéntrica, que puede llevar a algunos sectores de población a rechazar la diferencia, el valor de la especificidad sociocultural de los otros, a considerar (erróneamente) la diferencia lingüística y cultural como un déficit e incluso a pensar “que nuestra cultura y nuestro sistema de vida tienen un valor universal” ;pudiendo incluso concluir que, lo apropiado sería integrar a los inmigrantes en la cultura mayoritaria, arbitrando determinado tipo de medidas encaminadas a ese fin. En otros casos tenemos que admitir que, a veces, las características culturales diferenciales de algunos alumnos predisponen negativamente a determinados sectores del profesorado: expectativas negativas acerca del rendimiento escolar. Estas no dejan de ser algunas de las contradicciones y carencias de un sistema educativo que parece no ser capaz de dar todas las respuestas necesarias a las situaciones de diversidad sociocultural.
Fotografía: Salgado
1 Comments:
Poner un poco de serenidad a la vida nos vendrá bien a todos.
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