Desertización y vida
La desertización es uno de los principales problemas del mundo, no en vano los expertos calculan que, en estos momentos, las tierras áridas cubren más del 40% de la superficie del planeta, y que en ellas se concentra aproximadamente la tercera parte de la población mundial, unos 2000 millones de personas.
Entre las principales causas de la degradación del suelo se encuentran: el déficit de agua unido a la mala gestión de los recursos hídricos, mala gestión de entornos naturales frágiles, los incendios, la devastación forestal, una inadecuada actividad agraria, las condiciones climáticas, la erosión, el índice de aridez, la construcción de grandes infraestructuras y el descontrolado desarrollo urbanístico en las costas, entre otras. Es un grave problema ambiental con fuertes implicaciones biofísicas y socioeconómicas, cuyas consecuencias más evidentes son: hambrunas en amplias zonas del planeta, fuertes movimientos migratorios, escasez de agua, impacto en la agricultura, la fauna y la flora y colapso del ecosistema.
José Luis Rubio, científico del CSIC, advirtió que España es el país europeo más árido, desértico y con más incendios forestales, añadiendo: "la desertización es grave en el 40 por ciento del territorio e irreversible en un nivel de entre el 6 y el 8 por ciento"... El borrador del PAND ya recogía que la desertización afecta a la casi totalidad de siete provincias españolas (más del 90% de su superficie) y otras catorce tienen erosionado más de la mitad de su territorio.
Ayer se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, bajo el lema ¡No abandones a los desiertos!. La ONU previamente había declarado al 2006 como Año de los Desiertos y de la Desertización dando un toque de atención sobre esta situación. Pero los gobiernos y otros organismos internacionales tienen que actuar de forma contundente para hacer frente a este problema; pasó ya el tiempo de los discursos. También debemos modificar nuestras pautas de comportamiento; información, formación y educación son medidas preventivas necesarias e ineludibles.
Ayer se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, bajo el lema ¡No abandones a los desiertos!. La ONU previamente había declarado al 2006 como Año de los Desiertos y de la Desertización dando un toque de atención sobre esta situación. Pero los gobiernos y otros organismos internacionales tienen que actuar de forma contundente para hacer frente a este problema; pasó ya el tiempo de los discursos. También debemos modificar nuestras pautas de comportamiento; información, formación y educación son medidas preventivas necesarias e ineludibles.
Fotografías: PNUMA
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