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viernes, noviembre 03, 2006

Pollock

Considerado uno de los pintores estadounidenses más importantes del siglo XX se desmarcó del arte figurativo y evolucionó hacia el expresionismo abstracto, desarrollando la técnica de la action-painting o dripping, consistente en derramar, lanzar o salpicar con pintura la superficie de un lienzo sin tensar y sin utilizar dibujos o bocetos, de forma que éste se convierta en un “espacio de acción” y no en la mera reproducción de la realidad. Describía así su trabajo: “Continúo alejándome de las herramientas usuales del pintor, tales como caballete, paleta, pinceles, etc. Prefiero palos, cucharas, cuchillos y gotear pintura fluida o una densa pasta con arena, vidrio molido u otros materiales inusuales adicionados. Cuando estoy en la pintura no me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Sólo después de una especie de período «de acostumbramiento» puedo ver, en lo que he estado. No tengo miedo de hacer cambios, destruir la imagen, etc., pues la pintura tiene una vida en sí misma. Trato de que ésta surja. Sólo cuando pierdo el contacto con la pintura, el resultado es una confusión. Si no, es pura armonía, un fácil dar y tomar y la pintura sale muy bien”. A partir de 1950 cambió de nuevo su estilo retomando la figuración en blanco y negro.
Genio indiscutible de gran originalidad artística, alcohólico, mujeriego, rebelde, de carácter irascible, Pollock murió en un accidente de automóvil en 1956 (había nacido en 1912) y pronto se convirtió en una leyenda, cuya vida ha sido llevada al cine en una soberbia interpretación de Ed Harris. Su cuadro "Número 5" (1948), una composición de 1,3 por 2,6 metros con mezcla de colores rojos, amarillos y negros puede haber marcado un nuevo récord en el mercado del arte tras su supuesta venta por 109,6 millones de euros -según recogía The New York Times-, relevando a “Adele Bloch-Bauer II”, de Gustav Klimt, como el cuadro más caro de la historia.
Pollock, Jackson: Número 5