El Ocho

Los hindúes cuentan ocho planetas: el sol, la luna, los cinco planetas conocidos y Rahu, el astro oscuro de los eclipses; cada uno corresponde a las ocho direcciones del espacio.
El número de puntas de una estrella árabe es ocho y hace referencia a los cuatro profetas principales, y a los cuatro ángeles mayores que sujetan el Trono de Dios: “El trono que circunda el mundo está soportado por ocho ángeles, correspondiente a las ocho divisiones del espacio y los grupos de letras del alfabeto árabe.”
El ocho se representa con las dos serpientes entrelazadas del caduceo símbolo del equilibrio entre fuerzas antagónicas. Se identifica con el eterno movimiento cósmico base de regeneración espiritual y del infinito, con la mediación entre el orden natural y el divino por lo que, tumbado, se ve representado en muchas pilas de bautismo.
En la mística cosmogónica de la Edad Media el ocho correspondía al cielo de las estrellas fijas y simbolizaba el perfeccionamiento de los influjos planetarios. Bartolomaeus Anglicus en el siglo XIII, comentaba acerca de esta simbología: " El número ocho es conplido por una unidad puesta sobre siete y es compuesto de dos vezes quatro que son números pares y de V y tres que son nones y de VII y uno y significa la abundançia de gloria que avran los que avran las siete virtudes o los siete dones del Espíritu Santo." Es también alegoría del sacrificio de Cristo en la cruz, el número de bienaventuranzas y la cifra 888 simboliza el número sagrado de Jesús.
Algunos de los otros muchos símbolos del número ocho son: autodestrucción, oposición, justicia con piedad, pasiones violentas, inmortalidad, castigo, etc. Es a su vez, colocado horizontalmente, el símbolo del infinito en matemáticas y el primer número cúbico, en él se manifiesta el volumen. En un artículo escrito por Clara Janes se preguntaba: "¿Qué relación hay entre el signo del infinito, el número ocho y la palabra noche? Las serpientes entrelazadas son el símbolo de Mercurio, la fuerza genésica, la resurrección del universo, y forman el signo del infinito. Ese signo contiene el ocho, y el ocho y la noche están estrechamente relacionados: son lo enigmático. En muchas lenguas ambas palabras tienen la misma raíz".
Por cierto, estamos en el año 2006 (2+0+0+6 = 8)
d´Hera, Miguel: Recreio do Infinito
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