Fracaso Escolar

La sociedad se muestra sensible ante esta situación y observa con preocupación creciente los descensos que se aprecian en los niveles de formación, la percepción de fracaso de la enseñanza secundaria obligatoria y las disfunciones entre las necesidades que plantea una sociedad en permanente cambio y las respuestas que proporciona el sistema educativo. Mejorar la calidad, la eficiencia, la eficacia y la equidad del sistema deben convertirse en objetivo prioritario. La idoneidad y calidad de la educación, de los aprendizajes, depende de la interrelación de múltiples variables/factores que tienen estrecha relación con la estructura social y económica de la sociedad, en la que se inserta la escuela, y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar una intervención.
Suele relacionarse el nivel de rendimiento con la inversión económica (porcentaje del PIB dedicado a la educación), pero reducir el problema exclusivamente a una cuestión financiera es un error. Hay otros factores igual o más definitivos y sobre los que se debe incidir : es necesaria una profunda revisión de los currículos para estructurarlos en función de los intereses y las necesidades reales; se necesita un alto grado de cohesión social; un buen funcionamiento de los centros escolares a los que se tiene que dotar de mayor grado de autonomía ; recuperar el prestigio social de la educación;garantizar la igualdad de oportunidades; tiene que dotarse de flexibilidad al sistema; se debe reforzar la educación infantil; potenciar la educación primaria,-acceso a las TICs, aprendizaje idioma extranjero, mejora de programas de lectura-; hay que incrementar los recursos económicos y humanos,-en zonas especialmente desfavorecidas-, para combatir el fracaso escolar mediante programas innovadores y adecuados; se tienen que desarrollar estrategias educativas que faciliten la incorporación de la población escolar inmigrante; conviene fomentar la participación de los padres en la vida de los centros, etc…
Otro gran punto flaco del sistema educativo radica en la formación inicial del profesorado,-sobre todo el de secundaria-, que probablemente no haya sido congruente con las exigencias de la práctica en un sistema que debe tener una función educadora y no sólo instructiva. Éste es un problema que ahora, con la vista puesta en el proceso de convergencia del sistema universitario europeo que trae aparejada una revisión y homologación de las distintas carreras, puede resolverse. De lo que no cabe duda es de la necesidad de revalorización de la función docente y de potenciación y mejora del profesorado arbitrando adecuados sistemas de formación y actualización.
Quizás, después de todo, la cuestión esté en lo siguiente: ¿debemos hablar de fracaso escolar o de fracaso del sistema educativo?
PoValley. Fotografía: Ernst Haas
1 Comments:
Tienes razón en todo, incluso en lo de los signos de puntuación. Haré dos cosas: intentaré, en breve, comentar con un poco de cordura algo sobre los factores que añades y, por supuesto, vigilaré más los signos de puntuación.
Un saludo y gracias por tu comentario
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