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martes, marzo 21, 2006

"Didáctica de la Historia"

Yo soy español. El libro de Primer Grado de Historia, cuya 5ª edición data del año 1943, hace en su Introducción "Unas advertencias a los educadores" algunas de las cuales voy a transcribir:
"La enseñanza de la Historia es muy difícil, y en los primeros grados más;....los Maestros, fustrados los primeros generosos intentos, han abandonado la difícil empresa, malogrando los gérmenes preciosísimos y fecundos de educación intelectual y moral y de formación patriótica y ciudadana.............El libro es sencillísimo, como reclama la edad de los lectores, pero sin dejar perfectamente serio, como exige la naturaleza de los fines.
Es el primero de estos el amor a España. Nos duele en las entrañas que todos sus hijos no la amen desde que abren a la vida la flor de su corazón, y no admitimos que el despertar de este amor espere a la edad más granada;.........Estas ideas, absurdas y peligrosas, vinieron al campo de la Pedagogía, o como torpe engendro marxista o por el concepto errado de que los niños pequeños no alcanzan a comprender la complejidad de la trama histórica.....¿Vaya si la comprenden!...Todo lo elemental puede enseñarse a los niños pequeños, con la condición única de sabérselo enseñar. (¡toma ya!)
La Historia de nuestra Patria está llena de interés, que unas veces es el interés palpitante de la epopeya de las hazañas de Viriato o del Cid; otras, la dulce balada de trovadores y juglares; otras, la dádiva, con olor de primicia, de la vida de tantos niños como la dieron por la fe de Cristo...Y estas bellas narraciones interesan más a nuestros hijos que los candiles, vasijas y miriñaques de la historia de las cosas y tienen para su formación un valor más precioso que los cuentos de hadas, que las gentes consideran como único pasto habitual de su fantasía. Pero es que, además, estas narraciones lo familiarizan con la vida de su Patria. Y desde ahora se va habituando a pensar con ella, a sentir con ella, a considerar como propios sus pesares sus glorias, a darse cuenta que él es célula viva de la gran unidad nacional.
Y el logro de esto lo consideramos tan transcendental, que con que, después de leer este libro, quede a los niños en el alma un halo de emoción, un estremecimiento de heroismo, un ansia -vaga o concreta- de virtud, nos damos por satisfechos.....En nuestro afán de ayudar al Maestro, de sostener su espíritu, de facilitar la técnica, hemos agregado a cada lección unas "sugerencias para el trabajo". Pero........ Lo que importa es que la lección cale hasta lo hondo y deje las entrañas temblando de emoción"
Y nosotros preocupados con los problemas que tenemos para que nuestros alumnos aprendan. ¡Qué pena no haber conocido antes estas pequeñas orientaciones!. En fin, sin comentarios. Sobre el contenido de algunas lecciones escribiré otro día.
Fotografía: Robert Doisneau