Capilotes
Planta representativa de gran parte de la montaña oriental leonesa, es conocida por nombres diversos: Garipote, Grillanda, Lira, Capilote….. En esta época del año son tan abundantes, que las praderas despiden destellos de amarillo intenso creando un espectáculo de luz multicolor en contraste con los tonos de los robles y las hayas y de un cielo que, como el de ayer, presentaba las más diversas tonalidades de azul .
En un himno homérico datado en el siglo VII a.C (¿?) se cuenta que hubo un tiempo en el que reinaba la eterna primavera gracias a Deméter, diosa de la fecundidad de la tierra. Pero Hades se enamoró de Perséfone, hija de Deméter, la raptó mientras estaba recogiendo flores y la llevó a su reino. Deméter abandona el Olimpo y desesperada sale en su busca descuidando la tierra, impidiendo que algo floreciera sobre ella, dejándola estéril. Zeus no pudiendo aguantar más la agonía de la tierra, preocupado, intervino para intentar devolver la hija a su madre pero, no pudo lograr que Perséfone retornara para siempre pues ya había probado el fruto de los infiernos. No obstante se logró un acuerdo por el que, una parte del año lo pasaría con su esposo y otra estaría al lado de su madre.
La sucesión de las estaciones era explicada de esta manera: la Primavera llega cuando Perséfone regresa con su madre por lo que Deméter, feliz, hace reverdecer la tierra y la llena de abundantes flores, frutos y cereales para las cosechas; es una explosión de vida; es tiempo de alegría y serenidad ,-primavera/verano-. Pero cuando su hija desciende al mundo subterráneo llega la tristeza y la desolación, la muerte de la vegetación; es tiempo del otoño, del invierno que, decían, era triste y oscuro como su corazón herido de dolor.
En algunas zonas de la montaña dicen que las flores que recogía Perséfone cuando Hades la raptó eran capilotes.
En un himno homérico datado en el siglo VII a.C (¿?) se cuenta que hubo un tiempo en el que reinaba la eterna primavera gracias a Deméter, diosa de la fecundidad de la tierra. Pero Hades se enamoró de Perséfone, hija de Deméter, la raptó mientras estaba recogiendo flores y la llevó a su reino. Deméter abandona el Olimpo y desesperada sale en su busca descuidando la tierra, impidiendo que algo floreciera sobre ella, dejándola estéril. Zeus no pudiendo aguantar más la agonía de la tierra, preocupado, intervino para intentar devolver la hija a su madre pero, no pudo lograr que Perséfone retornara para siempre pues ya había probado el fruto de los infiernos. No obstante se logró un acuerdo por el que, una parte del año lo pasaría con su esposo y otra estaría al lado de su madre.
La sucesión de las estaciones era explicada de esta manera: la Primavera llega cuando Perséfone regresa con su madre por lo que Deméter, feliz, hace reverdecer la tierra y la llena de abundantes flores, frutos y cereales para las cosechas; es una explosión de vida; es tiempo de alegría y serenidad ,-primavera/verano-. Pero cuando su hija desciende al mundo subterráneo llega la tristeza y la desolación, la muerte de la vegetación; es tiempo del otoño, del invierno que, decían, era triste y oscuro como su corazón herido de dolor.
En algunas zonas de la montaña dicen que las flores que recogía Perséfone cuando Hades la raptó eran capilotes.
Capilotes. Fotografía:J.P.E.G.
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