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miércoles, abril 05, 2006

75 aniversario

Ayer, por primera vez, las mujeres pudieron votar y ser candidatas en las elecciones municipales de un distrito de la capital de Kuwait. Ha sido un logro histórico que convierte a Arabia Saudí en el único país del Golfo en el que las mujeres no gozan de este derecho.
Se cumple en octubre de este año el 75 aniversario de la instauración del derecho al voto femenino en España, aunque el debate se había planteado mucho antes, en los albores del siglo XX.
En el año 1924, el general Miguel Primo de Rivera otorgó el voto en las elecciones municipales a la mujer "que no esté sujeta a la patria potestad, autoridad marital o bajo tutela superior". Las razones de limitarlo a las solteras emancipadas y a las viudas –casadas y prostitutas estaban excluidas-, eran, según el dictador, que no era conveniente conceder el voto a la mujer casada "para evitar disputas entre los cónyuges". Más tarde, en el plebiscito de apoyo al régimen de 1926, se permite el voto “a los españoles mayores de 18 años sin distinción de sexo”.
El 14 de abril de 1931 queda instaurada en España la II República. El gobierno provisional, en un decreto de 8 de mayo de 1931, concedió el voto a todos los hombres mayores de veintitrés años y declaró que las mujeres y los curas podían ser elegidos diputados. La mujer tenía derecho a ser elegible, pero no electora. En las elecciones de junio de 1931 dos mujeres, Clara Campoamor y Victoria Kent, resultan elegidas. A finales de ese año entra en las Cortes Margarita Nelken.
Se inicia la redacción de una nueva Constitución, cuyo anteproyecto sólo concedía el voto a viudas y solteras, argumentando que hasta que los maridos no estuviesen preparados para la vida política, el voto de la mujer sería una fuente de discordia doméstica.
El doctor Novoa Santos proporcionó argumentos biológicos para defender esta postura: a la mujer no la dominaban “la reflexión y el espíritu crítico”, se dejaba llevar siempre de la emoción, de todo aquello que hablaba a sus sentimientos; el histerismo no era una simple enfermedad, sino “la propia estructura de la mujer”. El diputado Ayuso, proponía los mismos derechos electorales para los hombres mayores de veintitrés años y las mujeres mayores de cuarenta y cinco, ya que la mujer era “deficiente en voluntad e inteligencia hasta dicha edad”. Guerra del Río propuso que se suprimiera el término “mismos” del articulo que decía: “Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes”. Así se podría privar a las mujeres del voto, si votaban a partidos considerados reaccionarios.
Victoria Kent propuso que se aplazara la concesión del voto a la mujer; no era, decía, una cuestión de la “capacidad de la mujer”, sino de “oportunidad para la República” apoyando la creencia generalizada, de que el voto femenino era un elemento peligroso para la existencia misma de la República, dado el, a su juicio, carácter conservador de la mujer de la época: “La mujer es retrograda, reaccionaria e inculta y para capacitarse necesita pasar por un pensionado universitario”.
Clara Campoamor hizo una enardecida defensa del sufragio femenino. Este hecho y el que Victoria Kent se opusiera provocó las burlas de Azaña que describió la sesión como “muy divertida” comentando: “dos mujeres solamente en la Cámara, y ni por casualidad están de acuerdo”.
El artículo 36, que establecía la equiparación de derechos electorales para los ciudadanos de uno y otro sexo mayores de veintitrés años, fue finalmente aprobado por 161 votos a favor y 121 en contra.
Fotografía: Fuente "El Mundo"


2 Comments:

Blogger el cazurro ilustrado said...

Mirando hacia atrás, con toda la ira del universo, desde los presocráticos hasta zapatero, incluido aznar no merecenlos próceres de la`patria otra cosa que cortarles los.....
gracias por tu post.

10:55 p. m.  
Blogger macla said...

No voy a terminar tu frase pero la suscribo. Menos mal que quedan menos "elementos" de estas características. A los que eran y a los que quedan, podía serles de aplicación ( siendo benévolos) la opinión de Simone de Beauvoir: "No todos los hombres tienen una idea medianamente adecuada de la mujer, para ello hace falta un interés complejo, y casi todos los intereses que el hombre experimenta hacia la mujer son demasiado simples"
Un saludo

8:03 p. m.  

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