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miércoles, abril 18, 2007

Workaholics

Se dice que alguna de las señales de alarma que pueden ayudar a detectar a un laboroadicto son: prisa constante y ocupación continua –viven en un estado de “urgencia permanente”- , necesidad de realizar simultáneamente varias tareas -“obsesión por hacer”-, impaciencia e irritabilidad si se les hace esperar o bien si se abordan temas que no son de su interés, necesidad de control, rigidez del pensamiento, dificultades para expresar los afectos, dificultades para relajarse y divertirse, carencia de aficiones –consideran el ocio una pérdida de tiempo, ….. Aunque esta adicción puede aparecer en cualquier etapa y ámbito de la vida, la mayoría de los estudios apuntan a que se suele presentar “a partir de los 30 años en personas con un nivel socioeconómico medio-alto y, sin embargo, procedentes de un estrato bajo”. En el libro El trabajo como adicción la psiquiatra Rosa Sender afirma que “para llegar a ser un laboroadicto es fundamental poseer rasgos de personalidad que impliquen un alto nivel de actividad y de receptividad a los logros obtenidos, con grandes toques de hostilidad e impaciencia”. Los laboroadictos tienen una personalidad hostil, hiperactiva, impaciente y controladora. Es una patología que los psiquiatras empiezan a situar dentro de las propias de las personalidades obsesivo-compulsivas.
El psiquiatra Enrique González Duro asegura que el adicto al trabajo se caracteriza por “encontrar más aliciente en su centro laboral que en su propia vida privada”. Marisa Bosqued, psicóloga clínica del Centro de Salud Mental del Hospital Provincial de Zaragoza considera que “la adicción al trabajo representa una huída de otros ámbitos, en los que se requiere una mayor implicación y responsabilidad emocional y afectiva”………
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión para huir de sus problemas personales.
Vasarely, Víctor: Cebras