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martes, junio 12, 2007

Frida

Irónica, seductora, sensual, apasionada, independiente, rebelde, transgresora, valiente, feroz, herida, desafiante, con una gran sensibilidad y un sorprendente sentido del humor. Con una vida marcada por el dolor y el sufrimiento- fue sometida a treinta y dos operaciones a lo largo de su vida y mantuvo una apasionada y tormentosa vida sentimental junto a Diego Rivera- , Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón soportó estoicamente, con extrema dignidad su dolor, alternándose entre la esperanza y la desesperación.
Casi siempre vestida con el traje tradicional mexicano -largos vestidos de colores y joyería exótica-, gran parte de su obra la constituyen los autorretratos, obras detallistas que representan su experiencia personal, plagadas de referencias a su sufrimiento físico y psíquico, en los que aparece con una mirada a veces triste, a veces fija e impasible: “Agujas que se clavan, un collar de espinas, columnas rotas, corazones ensangrentados….” Con el caballete y el pincel frente al espejo se servía de modelo, una vez realizado el ritual de la vestimenta y el arreglo personal que, entre otras cosas, le permitía ocultar su cuerpo. Explicaba así el por qué de sus retratos : “Me pinto a mi misma porque estoy a menudo sola, y porque soy la persona a la que mejor conozco.”
Mañana, 13 de junio, se inicia el año de conmemoraciones a nivel internacional del primer centenario del nacimiento de Frida Kahlo en el Coyoacán, al sur de Ciudad de México. Musa del siglo XX, icono de la Revolución mexicana, en el Museo Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México se inaugurará la exposición «Frida Kahlo 1907-2007: Un homenaje nacional» que reúne 354 piezas entre óleos, dibujos, acuarelas, grabados, cartas y fotografías personales.
Autorretrato con collar de espinas.
Autorretrato con el pelo suelto.